Una "Orange is the new black" ochentera en clave sexploitation, o lo que es lo mismo, poca ropa y mucha laca. Carol es enviada a una cárcel de mujeres para cumplir una condena de dieciocho meses por asesinato. La prisión está dirigida por el alcaide Beckman, que disfruta maltratando a las presas a través de sus trabajadores y de sus beneficios carnales en su despacho. Carol verá en primera persona los problemas de un lugar donde no tendría que haber entrado, causados tanto por la tensión entre presas y trabajadores como por los problemas raciales entre las reclusas.