Si Wes Anderson dirigiera "Cuestión de Pelotas" el resultado probablemente sería "King Curling". A Truls Paulsen, que había sido una gran estrella de curling, le diagnostican un trastorno obsesivo-compulsivo y le prohíben competir. Cuando se entera de que su viejo amigo y entrenador, Gordon, se encuentra en su lecho de muerte, Truls, fuertemente medicado, decide volver a competir. Su objetivo es ganar dinero para que Gordon pueda conseguir la operación que tanto necesita. Truls deja de medicarse y empieza a reunir a sus viejos compañeros de equipo. La pregunta es: ¿su estado mental será lo suficientemente estable como para liderar a su equipo hacia una nueva victoria y salvar a su viejo amigo?